CAPITULO 3 COMPLETO

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Capítulo 3 Algunos usan las estadísticas como los borrachos las farolas: más como apoyo que como iluminación

Sergio Carol – Joan Plans

Twits del capítulo

“Siempre hay una minoría que acoge el cambio con entusiasmo y mucho antes que los demás” “Ante los problemas reales es frecuente ver maniobras de distracción de los que dirigen, así frente a la urgencia que impone la realidad surge el megaproyecto inútil para mantener a la gente ocupada” “Algunos individuos sólo admiten que hay fuego cuando observan su brazo carbonizado” (y a veces ni así). “Cuando la situación se hace insostenible los que habían sido más reticentes pueden pasarse al otro extremo” “Todo problema da una pausa antes del embate final, eso es una cosa sabida” “'Pan y circo' (o 'templo y bowlings' en nuestro universo paralelo) es inmovilismo no una estrategia de cambio.” “Sumergirte en la realidad es a veces mucho más efectivo para comprenderla que fiarte de sofisticados indicadores.” “Algunos usan las estadísticas como los borrachos las farolas: más como apoyo que como iluminación” (no es nuestra, pero nos gusta). “Por placer y diversión han ocurrido grandes cambios.” (Y no hace falta recordar cómo se hacen los bebes.) “Los aviones vuelan por que los hermanos Wright lo encontraron divertido.”

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Capítulo 3 Mientras liman unas tablas dos elefantes discuten.

- Te digo que no podemos decírselo. Es la nieta del VG. - Qué si - Qué no - Ha de saber que hay una salida - Lo que harán si se enteran es quitarnos las tablas. - Vale Chivi, pero tengo que decírselo - Vale Chuck - Creo que alguien nos espía - Paranoico

Aparece una tercera presencia

- ¿Decirme qué? - Ves cómo nos espiaba. - Buenas noches Leila ¿Quieres sentarte? --------------------------------------------------------------------------------------------------

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Anotaciones de Chuck

No me lo puedo creer. Leila es una surfista nata. Que sorpresa, además ella ya sabía nuestro pequeño secreto, nos había visto surfear…

Ya vemos que el ‘primer gran secreto’ de Chuck y Chivi no era tal ya que Leila les había visto surfear. Pero, como veremos más adelante, Chuck guardaba más ‘grandes secretos’.

Diario de Leila

Hoy me he divertido como una loca, hacía tiempo que no me lo pasaba así. Chuck y yo metidos en el agua hasta la cintura, riendo, saltando con las olas,…

Chuck se ha sorprendido de que en sólo dos días sea ya capaz de hacer piruetas. Lo malo es que me hace reír tanto que se me escapan las fuerzas y acabo siempre en el agua con un gran chapuzón y escuchando sus enormes carcajadas.

Hasta Chivi ha quedado impresionado con mis acrobacias. ¡Qué pasada!

Anotaciones de Chuck

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Me gustaría que lo que voy a escribir en lugar de palabras fueran imágenes para así transmitir la esencia de esos días, pero como no dispongo de imágenes mejor que lo anote todo tal como paso.

Mientras el agua seguía subiendo Leila nos descubrió en la playa surfeando. De hecho ella ya lo sabía desde hacía semanas: nos había espiado y estaba intrigadísima por cómo podíamos mantener el equilibrio sobre la tabla y cabalgar las olas. En cuanto me lo pidió me costó poco decirle que le enseñaría a hacerlo.

El primer día me sorprendió su agilidad. Apenas podía creerme lo que veía. Leila se subió a la tabla como si ésta le hubiera estado esperando desde su nacimiento. Su cuerpo equilibrado se alzó sobre sus patas traseras y por un momento su melena al viento se destacó sobre los últimos rayos de sol del atardecer mientras miles de minúsculas gotitas creaban un arco iris de increíble belleza a su alrededor antes de darse un tremendo batacazo contra la siguiente ola.

Yo me enamore en ese instante.

Diario de Leila

Esto del surf (no sé de dónde han sacado este nombre este par de locos) es divertidísimo.

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Mi hermano NT sospecha algo y no deja de hacerme preguntas: Qué si de donde salen esos moratones, qué porque parece mi pelo un estropajo... Este chico es un pelmazo.

Mientras tanto las autoridades intentaban focalizar la atención de los habitantes de la Isla en otros temas:

Artículo del “Isla Grande”

“El nuevo templo en marcha”

Orkus, el Gran Segundo del Gran Primero, ha notificado a este periódico que, una vez hecho un primer acopio de materiales, en breve empezarán las obras de construcción del nuevo templo. La nueva localización, más interior, garantizará su perdurabilidad para generaciones futuras. Para su construcción se han recuperado las mejores tablas del anterior, aquellas que el agua no arrastró y se ha empezado la tala selectiva de los árboles de mayor tamaño de la Isla para reponer las que faltan. Al ser preguntado por las reiteradas informaciones sobre el comportamiento de las mareas, Orkus ha declarado: “Ahora eso no toca. Hoy he venido a hablar del templo”.

Esta era la situación cuando Leila presento de nuevo ante el Consejo los datos inequívocos que estaba recogiendo:

Diario del Consejo (ligeramente novelado)

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Orkus no paraba de reír a la vista de los palos que Leila levantaba ante los miembros del Consejo:

- Ja, ja, ja, ja….ja…ja…. ¿Sólo tienes esos palos para enseñarnos? Hasta un niño podría ver que tú puedes haber mojado esos palos a la altura que convenga para apoyar tus absurdas tesis… - Eso no es cierto – Interrumpió Leila – No todo el mundo es un manipulador… - ¡Aun no he terminado, niña! – gritó Orkus - Y aunque este Consejo no quiere dudar de tu buena fe, está claro que tus mediciones, aunque hayan sido rigurosamente realizadas, que lo dudo, no prueban nada. - Mis mediciones muestran que el agua está subiendo, lenta pero continuadamente y que si no hacemos algo pronto será imposible pasar a la otra isla con los medios habituales. – Sentenció Leila. - O sea… ¿Estás proponiendo que desatemos el pánico en la población sólo por cuatro palos mojados? – ironizó Orkus, sintiéndose amo y señor de la situación. – Señorita, hay que ser más serio, esto es el Gran Consejo de Ancianos. Si no fueras hija de quien eres ni tan siquiera te habríamos recibido…

En ese instante intervino el Viejo Guardián:

-¡Ya basta! El consejo se retira a deliberar. Leila, te será comunicada la decisión del Consejo cuando terminemos nuestras deliberaciones. Esta audiencia ha terminado.

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Artículo del “Isla Grande”

“Un sistema de medición para controlar las mareas”

Orkus, el Gran Segundo de bla, bla,… ha notificado a este periódico que la instalación de un avanzado sistema de medición que da información en tiempo real de la evolución de las mareas ha mostrado unos primeros resultados esperanzadores, de hecho ha asegurado que los resultados preliminares ya muestran una sostenida tendencia a la disminución de los niveles que se habían alcanzado esta última semana. Jocosamente ha añadido: “si ahora alguien se ahoga será por su culpa”.

Mientras esto sucedía un nuevo miembro se añadía al clan de los surfistas:

Diario de Chuck

Esta tarde el pequeño Nathaniel nos ha dado otra sorpresa. Mientras yo estaba con Leila practicando con la tabla ha aparecido de entre las olas. No me lo puedo creer. El renacuajo es un crac. Está aprendiendo aún más rápido que Leila. El surf es fuerte en esa familia. Y para colmo el otro día va y propone añadir un palo vertical y colocar un trapo para aprovechar el viento. La juventud no respeta nada.

Chivi ha estado gracioso cuando ha comentado: ‘Vaya mierda de secreto que hasta tu hermano pequeño nos ha descubierto’. Todos nos hemos echado a reír.

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Mientras el agua continuaba subiendo y los acontecimientos estaban a punto de precipitarse. La situación parecía calmada, era el periodo del mes en que la bajamar se mantenía en sus niveles más bajos y aquello generó una cierta sensación de tensa tranquilidad. De hecho, empezaron a oírse comentarios que se alineaban con las tesis de Orkus.

Y entonces llegó el día de la “Gran Ola”. Para entender lo que aquello significó he rescatado tres artículos que se publicaron en aquellos días.

Artículo del “Isla Grande”. Edición especial

“Una gran ola barre toda la Isla”

Lo que ocurrió ayer no tiene precedentes históricos. Una gran ola, o mejor dicho una marea alta extraordinaria invadió la isla en toda su extensión arrasando con cabañas, elefantes y mentiras. La imagen del VG completamente mojado saliendo a dar explicaciones a su atemorizado pueblo resume el infausto día que ha vivido nuestra comunidad. Esto sucedió hace dos días. Nuestra infraestructura resultó muy perjudicada por el agua y por eso salimos con un día de retraso. La Isla es un hervidero de rumores. Orkus ha notificado a este periódico que se están estudiando medidas para que no vuelva a suceder algo semejante.

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Artículo de ‘La otra voz’ (prensa independiente surgida por aquella época)

Manifestación en el ‘Templo de los Ancestros’

Se ha creado la plataforma en favor del traslado a Isla Pequeña. Con el nombre de “Vámonos ya” ha aparecido una asociación de ciudadanos que proponen el traslado a la Isla Pequeña como solución a la situación que estamos viviendo. Un ex oficial de la guardia de Orkus, un tal Gus, parece ser el líder. La convocatoria realizada por este movimiento ha tenido un gran seguimiento y ayer, cuatro columnas de elefantes procedentes de los cuatro extremos de Isla Grande se han dado cita en la antigua ubicación del Templo de los Ancestros en protesta por la gestión que el Consejo de Ancianos está haciendo de la crisis.

Los manifestantes, de todo origen y condición y bien organizados han dejado claras sus exigencias: traslado masivo de toda la población de elefantes a Isla Pequeña y abandono de Isla Grande ante su inminente desaparición.

Un miembro del Consejo de Ancianos que prefiere permanecer en el anonimato ha manifestado a esta redacción que “empieza a ser hora de plantearse seriamente esta posibilidad”.

Sin embargo, la nota oficial del Consejo se limita a indicar que es imposible hacerlo ya que la norma no permite pernoctar en Isla Pequeña y que de hacerlo podrían destruirse las reservas de bowlings o consumirse en exceso. “Y lo último que necesitamos son manadas de

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elefantes alucinando” se le ha oído comentar a un Orkus malhumorado y fuera de sí a la salida de la reunión.

Y dos días más tarde:

Editorial de ‘La otra voz’

“Esto ha venido para quedarse”

Los últimos acontecimientos no dejan más opción a cualquier ciudadano que dar su punto de vista sobre lo que está pasando y evidenciar la inoperancia de nuestros gobernantes ante la Gran Catástrofe que estamos viviendo desde hace ya demasiado tiempo.

La población está a la expectativa. Todo el mundo es consciente ahora de que el agua ha subido para no bajar y que las oscilaciones de las mareas son mucho más acusadas. Todavía es posible pasar a la Isla Pequeña en el momento más bajo de la marea, pero esto no durará y nuestras posibilidades se acaban. Si en este periodo hemos sufrido el azote de La Gran Ola, la gente se pregunta qué pasará en quince días cuando las mareas serán más altas. Urge tomar decisiones. Los controles fijados por los gobernantes no podrán contener el pánico si vuelve a producirse un fenómeno como el que hemos vivido hace unos días. La situación por ahora está en calma. Nuestros gobernantes deben tomar decisiones.

Se espera que mañana el VG haga una declaración.

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Aunque parezca que estamos hablando de elefantes estamos hablando de…

ASIGNACIÓN DE RECURSOS A estas alturas de la película ya sabemos que Orkus es un mal elemento. Ya sabemos que manipula la información y pretende concentrar en su propio beneficio tantos recursos y tanto poder como le sea posible y la situación se lo permita. Lo lamentable es que nuestras organizaciones no están exentas de Orkus. En todas ellas existen departamentos que concentran recursos por encima de sus necesidades reales y otros que permanentemente se lamentan de no disponer de los necesarios pero jamás los consiguen. Reconstruir el templo no parece que debiera ser un proyecto prioritario para nuestros protagonistas. ¿Ha observado cómo en ocasiones se consumen importantes recursos en proyectos innecesarios o que están claramente condenados al fracaso como el de poner zancos a los elefantes? ¿Recuerda situaciones en las que proyectos de mejora importantes se han visto rechazados en aras de subsanar o parchear repetidamente

procesos

declaradamente

ineficientes?

¿Tiene

constancia

de

sobrecargas evidentes de trabajo en algunos departamentos cuando en otros se trabaja por debajo del estándar? Decidir correctamente cómo distribuir los recursos disponibles – presupuestos, instalaciones, maquinaria, recursos informáticos (es un clásico), publicidad, etc. – entre los distintos departamentos requiere, ante todo, una información muy clara, concreta y de mucha calidad. Y disponer de ella hace necesario conocer con detalle la realidad de cada día y disponer de sistemas de medición de la productividad operativos, objetivos, actualizados y ágiles. Además, el responsable debe buscar un equilibrio entre los recursos para garantizar

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la continuidad y aquellos que significan mejoras respecto a lo ya existente. Está claro que lograrlo puede ser relativamente fácil, por ejemplo, en una cadena de montaje, pero puede ser complejo a la hora de asignar recursos en un hospital, en una consultoría o en un departamento de I+D, en una petroquímica, una universidad o

en

grandes

grupos

financieros,

empresas

de

telecomunicaciones

o

administraciones públicas gigantescas. La solución pasa por hacer de esta asignación una cuestión gestionada con la máxima transparencia, objetivando claramente los motivos que llevan a reconocer unas necesidades y no otras y hacerlo con un enfoque centrado en la planificación estratégica. La coherencia de esta distribución debe emanar del alineamiento de toda la organización alrededor de su objetivo estratégico y a través de un constante y profundo esfuerzo de diálogo y coordinación para consensuar las estrategias a seguir para alcanzarlo.

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Joan Plans Esperabé Humano, alto, con sobrepeso desde los cuatro años, barba, gafas. Casado, padre de un hijo y una hija. Lector de libros, comics y de pequeño incluso leía las especificaciones de los medicamentos. Se gana la vida hablando, escribiendo y creando. Ha creado y cerrado empresas. Trabaja en temas de personas. Se presenta diciendo que es psicólogo, pero no por ello mala persona y, a veces, le creen. Intenta disfrutar de la vida.

Sergio Carol Llopart Ingeniero industrial y no por ello mejor o peor persona que psicólogo de arriba. Curioso impenitente, disfruta explorando nuevos territorios y quizás por ello su padre le llamaba mosca cojonera. Se declara permanentemente perplejo por el comportamiento de las personas y su capacidad de complicarse la vida, ya sea en solitario o de forma colectiva. Convencido de que la influencia crece exponencialmente con el tamaño de las organizaciones y de que los problemas de comunicación están en la base de todas ellas, es un apasionado de la formación, la divulgación y el desarrollo de las capacidades emocionales de las personas.