5. CRISTO INTERNO

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5. EL CRISTO INTERNO El Cristo Interno es el instrumento con el cual nos provee la Presencia «I AM [YO SOY]» para darnos asistencia en el mundo físico desde que se produjo la caída del hombre y con ella la consecuente separación del ser externo con nuestro Ser Divino. El Cristo Interno es como una réplica de la Presencia «I AM [YO SOY]» pero vibrando a una tasa inferior lo cual hace que pueda reconocer la imperfección del ser externo sin aceptarla ya que la Presencia «I AM [YO SOY]» no puede reconocer la imperfección. De esta manera el Cristo Interno está consciente de lo que hacemos y también de lo que requerimos y actúa de intermediario entre la Presencia «I AM [YO SOY]» y el ser externo. Es a través del Cristo Interno que la Presencia trabaja y es esa pequeña voz interior que nos guía. Sin el Cristo Interno el ser humano no tendría ninguna esperanza para volverse a conectar con su Divina Presencia. Mora en un punto entre la Presencia «I AM [YO SOY]» y el ser externo y actúa de transformador-reductor. También se conoce con el nombre de Santo Ser Crístico, Santo Cristo propio, Ángel guardián,... Mientras el hombre se mantuvo en conexión con la Presencia, lo que ocurrió durante las dos primeras edades doradas, no hubo la necesidad de que el hombre fuera dotado con el Ser Crístico mas cuando se produjo la denominada «caída del hombre» a consecuencia de que éste utilizando su libre albedrío decidió utilizar la energía que se le suministraba desde la Presencia para crear imperfección, entonces se nos dotó con este Ser que es un Ser Inteligente y con una Conciencia Pura y Perfecta con el fin de que actuara como transformador-reductor entre la Presencia y el yo inferior. Si no hubiera sido por este Ser no hubiéramos tenido ninguna oportunidad de volver a conectar con la Presencia ya que Ésta al Ser Perfecta no reconoce la imperfección. El Cristo Interno aunque es uno con la Presencia tiene una acción vibratoria inferior a la de la Presencia lo que le permite reconocer la imperfección del ser inferior aunque no la acepta, no se hace uno con ella. Este reconocimiento hace posible que haga de intermediario entre el ser inferior y la Presencia. Hay un Ser Crístico por cada ser humano y se ha mantenido con nosotros desde ese momento específico en que vino y no nos abandona nunca. Cuando este Ser vino a nosotros ya tenía esta conciencia. Todo en la vida es conciencia aunque ésta se manifiesta a distintos niveles y así tenemos: conciencia mineral, vegetal, animal, humana, Maestra Ascendida... La conciencia humana es el conjunto de pensamientos y sentimientos junto con el resultado de su experiencia y eventualmente el

hombre ha de ir pasando por diferentes estados de conciencia pues ya sabemos que la vida es evolución, llegando un momento en que alcanzará la Conciencia Crística, la que manifestó el Maestro Jesús y que no es más que un estado de Conciencia expandido. A esto es a lo que se ha llamado el Segundo Nacimiento o la Segunda Venida del Cristo, concepto que no se ha entendido y se ha pensado que había de venir otro Cristo ¿a salvarnos? cuando lo que significa justamente es que cada uno de nosotros de manera personal e individual debemos expandir nuestra conciencia hasta el punto de alcanzar la Conciencia Crística (estado de pensamiento y sentimiento puro de manera que la Presencia se puede manifestar a través de nosotros) y que es lo que hizo Jesús y Él ya bien lo decía «No soy Yo quien hace las obras sino el Padre que mora en mí». El Cristo Interno es un Ser con la capacidad de crear y sostener un Sistema Solar completo y que ha renunciado voluntariamente a seguir evolucionando por otras vías más placenteras, para dedicarse a sostener el Plan Divino para el hombre hasta que éste consiga la capacidad Crística de realizar y sostener Inmaculado dicho Plan: manifestar conscientemente la Presencia «I AM [YO SOY]» en el mundo de la forma. Los Grandes Seres de Luz que tienen estos cargos provienen de la Línea de los Elementales (Elohim, Devas…) seguramente por su capacidad de concentración que han desarrollado a lo largo de Su evolución.